Correr el Rally Dakar requiere fuertes inversiones económicas que, dependiendo de la meta trazada y la categoría elegida, pueden llegar a cifras astronómicas.
Hace un par de años el equipo español AVTK invitó a motociclistas interesados en invertir 94.000 dólares para asegurarse un puesto en la prueba. Este monto incluía: vehículo de estreno, repuestos, inscripciones, asistencias médicas, neumáticos, pasajes, alojamientos e imprevistos.
En 2010 el argentino Marcos Patronelli pagó 11.000 dólares de inscripción, 15.000 para contar con un camión de asistencia y 14.000 adicionales para tener a disposición la atención de los mecánicos de Yamaha.
En la categoría camionetas, para 2013 los precios son más altos. Solamente en inscripción los participantes tienen que abonar casi 39.000 dólares (por el vehículo y por la tripulación). Este pago no incluye repuestos, alojamientos ni otros servicios.
Según la prensa especializada, más allá de esas erogaciones, quienes buscan quedar entre el top 10 de la competencia deben multiplicar exponencialmente sus gastos.
“El mendocino Orlando Terranova, que manejó en la última edición un Mitsubishi Racing Lancer de la escuadra JMB Stradale, un equipo semioficial con apoyo de la marca, habría desembolsado 1,5 millones de dólares para competir toda la temporada”, admite el periodista argentino Cristian Istillart.
Según el experto, para que un auto gane el Dakar se deben invertir, como mínimo, dos millones de dólares.
El año pasado, el portal infobae.com publicó que el presupuesto real para participar en motos y cuatriciclos está en los 180 mil dólares, mientras que para correr en autos hay que gastar 300 mil y en camiones 500 mil, aproximadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario